Economía

¿Ascenso difícil? Menos mujeres logran ser CEOs; la banca es la excepción

Las barreras siguen siendo muy elevadas, están presentes en todo el mundo e incluso se extienden al ámbito académico. Sin embargo, estudios refuerzan la necesidad de impulsar cambios de paradigma.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Lunes 13 de agosto de 2018 a las 04:00 hrs.
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El anuncio la semana pasada de la salida de Indra Nooyi como directora ejecutiva de PepsiCo encendió las alarmas en el mundo empresarial al dejar en descubierto lo difícil que es para las mujeres alcanzar los niveles más altos de liderazgo comercial.

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Y es que más allá de las hazañas que algunas de las actuales directivas han logrado –como Nooyi que se convirtió en la primera CEO de Pepsi de origen extranjero y la primera mujer en liderar la firma-, la cantidad de mujeres al mando de las grandes compañías estadounidenses ha venido cayendo en el último año.

La salida de Nooyi en octubre reducirá a 23 el número de mujeres al frente de las compañías que forman parte de la lista Fortune 500 y del índice S&P 500. Hasta el año pasado, eran 32. Un tercio de ellas han renunciado y otras –incluidas Denise Morrison de Campbell Soup, Irene Rosenfeld de Mondelez y Meg Whitman de Hewlett-Packard- han sido reemplazadas por hombres.

En la industria de la aviación ocurre lo mismo. En la junta directiva de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, su sigla en inglés) -que representa 290 aerolíneas y 82% del tráfico aéreo mundial- hay una sola mujer entre los 26 directivos. Para Akbar Al Baker, CEO de Qatar Airways, la razón –por demás polémica- es que “es un trabajo sólo para hombres”.

El sector bancario tampoco cuenta con mucha presencia femenina; sin embargo, la tendencia se ha ido revirtiendo, haciéndolas cada vez visibles a la cabeza de grandes entidades.

Hasta ahora, las trabas siguen siendo muchas, son geográficamente transversales y abarcan incluso el ámbito académico. Una prestigiosa universidad de Japón reconoció la semana pasada que, por años, alteró los exámenes de admisión en la escuela de medicina para perjudicar a las postulantes mujeres y privilegiar el ingreso de hombres.

Crisis en aviación

La incorporación de las mujeres en la fuerza laboral es clave, sobre todo en algunas industrias, como la aviación que ha venido advirtiendo que necesita sumar y capacitar urgentemente a más mujeres, para hacer frente a la escasez de pilotos que ya golpea la industria.

“Tal vez necesitamos ser más creativos”, dijo Ourmières-Widener, la única mujer en el directorio de IATA, quien sugirió que el grupo podría ayudar a promover la tutoría, el entrenamiento y establecer objetivos que conducirían a un grupo más grande de mujeres.

Y es que la proporción femenina en puestos ejecutivos en el sector es del 3%, reportó IATA en marzo, frente a un 12% en “otras industrias”. América del Norte tiene la mayor cantidad de mujeres en funciones senior, con un 16%, mientras que en Medio Oriente es menor.

Por ello, algunas aerolíneas se están moviendo con rapidez para mejorar la diversidad. La alta gerencia de Qantas tiene un 40% de representación femenina. El máximo ejecutivo de la firma, Alan Joyce, señaló en entrevista que esa diversidad es una “ventaja competitiva”.

La excepción

En medio de este panorama, el sector bancario parece ser la excepción. Las mujeres han pasado a asumir cada vez más roles prominentes en los principales bancos, desde Wall Street a la City de Londres.

Por ejemplo, HSBC en la capital británica cuenta con trece mujeres de un total de 39 personas que conforma el grupo mundial. En 1996, había solo una: Janet Henry, quien hoy es economista jefa global en la entidad.

Junto a ella, destacan Catherine Mann -quien en febrero asumió como economista jefe global en Citigroup-, y Michala Marcussen, nombrada economista jefe del grupo Société Générale el año pasado.

Sin embargo, todavía hay mucho por hacer. De los diez bancos más grandes del mundo por activos totales, ninguno tiene una directora al mando. El español Banco Santander, que en el ranking de 2017 logró el puesto 16, es el que más destaca con Ana Botín como su presidenta.

Así, pareciera que a las mujeres les va mejor en instituciones públicas y organizaciones no gubernamentales, quizás por ser más susceptibles a las presiones sociales. Christine Lagarde lidera el Fondo Monetario Internacional; Laurence Boone fue nominada para dirigir la OCDE y, en 2014, Janet Yellen se convirtió en la primera mujer en comandar la Reserva Federal de EEUU. Además, cerca del 40% de los gerentes de la Fed son mujeres y tres de las catorce autoridades también.

Fuera de EEUU, los bancos centrales son mucho menos diversos. Ocho de los nueve miembros del comité de política monetaria del Banco de Inglaterra (BOE) son hombres. El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) tendrá pronto sólo tres integrantes femeninas de un total de 25 personas y en Japón, aunque el primer ministro Shinzo Abe ha prometido diversidad, sólo uno de los nueve miembros del consejo de política del banco central es mujer.

Por si fuera poco, la mayoría de los principales bancos centrales jamás han estado liderados por mujeres, incluyendo al BOE, al BCE, al BOJ y al Banco Popular de China.

Beneficios financieros

Más allá de la necesidad de diversidad y equidad en las empresas, analistas destacan que detrás de la contratación de mujeres también hay beneficios económicos y comerciales.

Múltiples estudios han demostrado que las firmas con más mujeres en puestos de toma de decisiones y en toda la fuerza laboral en general, logran mejores resultados financieros y tienen menos problemas de gobernabilidad y de reputación. Aquellas que no alcanzan la igualdad de género, generalmente encuentran con mayor facilidad penalizaciones por parte de los inversionistas.

Según el índice MSCI, las compañías dirigidas por mujeres obtuvieron un 36% más de retorno de capital desde 2010, que aquellas sin diversidad en la junta. Este dato podría colocar más presión a los accionistas para impulsar un cambio interno.

“Parece bastante obvio que las compañías que tienen a más mujeres en la directiva son más propensas a tener culturas inclusivas, buscan cubrir mejor las necesidades de los clientes, y atender las amenazas y oportunidades de los rivales”, dijo Helena Morrissey, directora ejecutiva de Newton Investment Management.

“Mayor diversidad en el equipo de toma de decisión debería dar un impulso al crecimiento”, consideró Linda-Eling Lee, co-autora del reporte de MSCI, texto que además agregó que con más mujeres, hay “menos probabilidades de quedar inmersos en escándalos como sobornos, fraudes o batallas entre accionistas”.

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